PSICOLOGÍA

GENERAL

¿Necesitas ayuda pero

no sabes por dónde empezar?

Haz clic en lo que más se parece a lo que estás viviendo. Cada botón abre un pequeño texto explicativo que puede ayudarte a entender si la terapia podría acompañarte en este momento.

  • → Puede que estés atravesando un momento de bajo ánimo, falta de ilusión o incluso una depresión. La terapia puede ser un espacio seguro para recuperar tu bienestar.

    Me siento triste o apagado/a

  • → Si sientes que el estrés te desborda o que tu mente no para, podríamos trabajar juntas/os en aprender a gestionar tus emociones.

    Tengo ansiedad o me cuesta relajarme

  • → Puede que te cueste tomar decisiones, sientas confusión o te encuentres en una etapa de cambio. A veces, hablarlo es el primer paso para encontrar claridad.

    Estoy bloqueado/a y no sé cómo avanzar

  • → Detrás de la autoexigencia y la inseguridad puede haber patrones que es importante explorar. Te acompaño en el camino hacia una relación más amable contigo.

    Me cuesta aceptarme, me exijo demasiado

  • → Si las relaciones se han vuelto difíciles, dolorosas o confusas, la terapia puede ayudarte a entender qué está pasando y cómo gestionarlo.

    Tengo problemas con mi pareja o en otras relaciones

  • → En momentos de pérdida, es natural sentirse desbordado/a. Acompañarte en ese proceso puede ayudarte a sostener el dolor y transitarlo con cuidado.

    He perdido a alguien o estoy viviendo un duelo

  • → La terapia no es solo para cuando sufrimos. A veces es simplemente el deseo de crecer, comprendernos y vivir con más conciencia.

    No estoy mal, pero quiero conocerme mejor

  • también podemos explorarlo juntas/os. No tienes que tenerlo todo claro para empezar.

    Y si no sabes bien cómo te sientes pero algo no va bien…

¿Cómo trabajo contigo?

contigo?

Mi base es la terapia cognitivo-conductual, un enfoque que ayuda a identificar y cambiar pensamientos y conductas que generan malestar. Pero como cada persona es única, también incorporo otras herramientas como el mindfulness, la compasión y técnicas de otras corrientes terapéuticas. Esto me permite adaptar el proceso a ti, creando un tratamiento más completo y personalizado.

Este estilo de trabajo se llama enfoque integrador, y significa que no sigo una única fórmula, sino que combino lo que mejor funciona para ti en cada momento.

Desde el principio:

  • En la primera o segunda sesión, definimos juntos los objetivos terapéuticos, para que sepas hacia dónde vamos y qué quieres conseguir.
  • Realizo una evaluación profunda, especialmente al inicio, para entender bien tu historia, tus emociones y tus necesidades.
  • En cada sesión, me gusta que te lleves algo útil, ya sea una reflexión, una herramienta o una pequeña acción que puedas aplicar en tu día a día.

Mi compromiso es que cada encuentro contigo sea un espacio de trabajo real, donde puedas avanzar, sentirte escuchado/a y empezar a construir cambios desde el primer momento.

¿Qué puedes esperar

de las sesiones?

  • Un espacio seguro y confidencial.
  • Un ritmo adaptado a ti.
  • Herramientas prácticas para tu día a día.
  • Acompañamiento emocional y claridad mental.
  • Comprensión.